In Memoriam... Rubiela & Elvia Valencia...

Este homenaje es para ustedes ... Mamá y Madrina ... por si algún día no se sintieron valoradas y amadas... pero ahora que ya no estan puedo decirles que cumplieron a cabalidad, porque siempre hicieron de sus hogares lugares donde quisimos estar... Con todo mi amor...

Mujer Invisible

Todo comenzó a ocurrir gradualmente, entre a la habitación y dije algo y nadie se dio  cuenta.  Digo “Apaguen la televisión por favor” y nada ocurrió. 

Entonces digo más fuerte: Apaguen la televisión por favor… finalmente tuve que ir y apagar yo misma la TV, entonces comencé a entender…

Mi marido y yo estuvimos en una fiesta durante tres horas, yo estaba lista para irme; me acerque a él, que estaba conversando con un compañero de trabajo, me acerque para irnos y él siguió conversando, ni siquiera me respondió.  Fue ahí cuando me di cuento que no pudo verme, Soy invisible… soy invisible.

Allí lo empecé a notar más y más… lleve a mi hijo al colegio y su profesora le pregunto “Con quien has venido?” y mi hijo le respondió “Con nadie”, él solo tiene cinco años… pero NADIE?

Una noche estábamos entre amigas celebrando el regreso de una amiga de Londres, Yaneth había hecho este viaje increíble, contaba y contaba los lujosos hoteles y todo lo que había conocido.

Y yo estaba allí sentada observando las otras mujeres en la mesa. Me había maquillado en el auto camino allí, tenía puesto un vestido viejo porque era el más presentable que tenía. Tenía un rodete en la cabeza pues casi nunca hay tiempo ó dinero para ir a la peluquería, así pues me sentía realmente patética. Luego Yaneth viene hacia mí, y me dice te traje esto y me entrega un libro.

Era un libro muy grande, el titulo era las grandes catedrales de Europa… Bien gracias, esta lindo… No comprendía, entonces leí la dedicatoria… Ella escribió “Con admiración por la grandeza de lo que tú estas construyendo, cuando nadie lo ve”.

No puedo mencionar los nombres de las personas que han construido las grandes catedrales, busque por todo el libro quienes habían construido estas maravillosas obras, intente buscar los nombres y dice “Autor Anónimo”.

Ellos terminaron sus obras sin saber que notarían su trabajo.  Hay una historia acerca de un constructor que estaba tallando una pequeña ave en el interior de una viga que iba a ser cubierta por el techo y alguien se acerco y le pregunto “¿Porque emplea tanto tiempo en realizar algo que nunca nadie vera?”, esta registrado que el constructor le respondió, porque DIOS lo ve.  Ellos confiaron que Dios lo veía todo, ellos entregaron su vida a un trabajo, un magnifico trabajo que jamás verían terminado, ellos terminaron día tras día, algunas de estas catedrales tardaron más de cien años en construirse, eso es más tiempo que toda la vida de trabajo de un hombre; día tras día ellos hicieron sacrificios personales sin crédito a cambio, realizando un trabajo que nunca verían finalizado, una gran obra en cuyo nombre jamás figurarían.

Un escritor se adelanto a decir que ninguna “Gran Catedral” jamás volverá a ser construida, por que muy poca gente esta dispuesta a sacrificar su vida de esta manera.

Cerré el libro y fue como si escuchara a Dios decir: “Yo te veo, tu no eres invisible para mí, ningún sacrificio es tan pequeño como para que yo no lo note… Veo cada torta que cocinas, cada plato de lentejas que haces, veo cada lagrima de decepción cuando las cosas no salen de la manera que quieres que salgan, pero recuerda estas construyendo una gran catedral, que no será terminada durante tu vida y que lamentablemente no vivirás para verla allí, pero si la construyes bien… YO LA VERE”

Actualmente mi invisibilidad fue un punto de inflexión para mí, pero no es una enfermedad que se lleva mi vida, al contrario es la cura de la enfermedad de mi egocentrismo, es el antídoto de mi propio orgullo, esta bien que no vean, esta bien que no sepan…  No quiero que mi hijo diga a sus amigos que trae del colegio a la casa “No pueden creer lo que hace mi mamá: se levanta a las cuatro de la mañana y nos hace tortas y cocina pavo y prepara la mesa”, más allá que haga o no esas cosas, no quiero que diga eso. Quiero que él quiera venir a casa y en segundo lugar quiero que les diga a sus amigos “les va a encantar estar en mi casa”.

Esta bien que no vean. No trabajamos para ellos, solo trabajamos para Él, para Dios que siempre nos ve.